
Campesina de pura cepa, miembro del Buró Municipal de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, madre de dos hijos y abuela, que no aparenta 49 años de edad, Lidia Tomasa Calvo Castillo, es conocida y respetada por los valores humanos y laborales.
“Estas cooperativistas laboran directas en la producción ayudando a los esposos y algunas siembran hortalizas, crían aves, atienten el ganado menor, ceban toros o aportan leche, entre diversas tareas relacionadas con la entrega de alimentos.
“Tenemos el resultado del trabajo conjunto de los campesinos, las esposas e hijas.