El primer Día Internacional de las Mujeres
Rurales se celebró el 15 de octubre de 2008.
Es una iniciativa lanzada por varias ONG
internacionales en Beijing en 1995 en la 4ª conferencia internacional de la ONU sobre las mujeres, y
organizada desde 1997 por la Fundación Cumbre Mundial de la Mujer WWSF.
Este día internacional fue establecido por la Asamblea General
de la ONU en su
resolución 62/136, de 18 de diciembre de 2007, para reconocer «la función y
contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la
promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad
alimentaria y la erradicación de la pobreza rural».
Las
mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en las economías rurales de los
países desarrollados y en desarrollo. En la mayor parte del mundo en desarrollo
participan en la producción de cultivos y el cuidado del ganado, proporcionar
alimentos, agua y combustible para sus familias y participan en actividades no
agrícolas para diversificar los medios de subsistencia de sus familias. Además,
llevan a cabo las funciones vitales en el cuidado de los niños, los ancianos y
los enfermos.
* La cifra de mujeres rurales, en su mayoría
agricultoras, es de más de 1.600 millones, más de un cuarto de la población
mundial.
* Las mujeres sólo tienen la propiedad del 2 % de
la tierra y reciben sólo el 1 por ciento de créditos destinados a la
agricultura.
* Las dos terceras partes de la población mundial
analfabeta son mujeres.
* El número de mujeres rurales que viven en la
pobreza se ha doblado desde 1970.
La Casa Museo Antonio
Padrón-Centro de Arte Indigenista quiere adherirse a esta conmemoración e
incorporar a su proyecto anual esta celebración.
La obra del pintor galdense es un ejemplo de
visibilización poco común del trabajo de la mujer rural. Habiendo sido
desarrollado en una época en la que estos conceptos no habían sido inventados
aún, el pintor nos muestra todo un catalogo de oficios ejercidos por mujeres con
una expresividad plástica única por su originalidad y su autenticidad.
Las mujeres de Padrón son reales, tan reales que
las hemos encontrado en El Centro de Educación para Personas Adultas (CEPA) de
Gáldar. Vivas y muy activas, siguen trabajando por y para su comunidad. En el
proyecto desarrollado en el curso 2012 – 2013, denominado “En el arte de
Padrón: Memoria y creatividad”, realizamos un documental en el que las
protagonistas nos cuentan la realidad que se intuye en la obra de Padrón. El
CEPA de Gáldar se volcó en este proyecto y las alumnas se convirtieron en
estrellas de cine, pero el guión era su propia vida, nos contaron como
trabajaban en las tomateras o como tostaban el millo y reprodujeron los cuadros
de Padrón sin mucho esfuerzo ya que son ellas mismas las que aparecen en las
obras. Las obras de ampliación y mejora de La Casa-Museo Antonio
Padrón nos han impedido presentar este proyecto en Gáldar hasta ahora, lo que
será subsanado el próximo 15 de octubre, con motivo de la celebración del Día
Internacional de la Mujer
Rural.
Las mujeres rurales de todo el mundo desempeñan
una importante función en lo que se refiere a garantizar la seguridad
alimentaria. En la Gáldar
de los años 50 y 60, Antonio Padrón las pintaba siempre atareadas, realizando un
sinfín de actividades, todas ellas fundamentales para el sustento de sus
familias. Constituyen un pilar básico en el que se apoya su comunidad. No
obstante, no se les reconocía debidamente esa aportación y a menudo, su
condición jurídica y social, limitaba su acceso a derechos de propiedad sobre
la tierra y a servicios esenciales como el crédito o la enseñanza. La finalidad
del Día Mundial de la
Mujer Rural es recordar a la sociedad lo mucho que debe a
esas mujeres y valorar y reconocer sus méritos y su valía.
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