Unas diez mil féminas trabajan en zonas rurales de los ocho municipios de la oriental provincia de Las Tunas , en actividades relacionadas con la zafra azucarera y la producción de alimentos, como miembros de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños o por laborar en el sector estatal.
Muchas de ellas se desempeñan en tareas que con anterioridad realizaban los hombres, como macheteras, ordeñadoras, boyeras, operadoras de combinadas y camioneras, además de una mayoría que se dedica a la siembra, el desyerbe y las cosechas de cultivos varios.
La capacidad de trabajo, el esfuerzo, la constancia y la voluntad de esas mujeres se evidencia también en las más de mil que fueron beneficiadas con la entrega de tierras ociosas en usufructo, y que convirtieron extensos marabuzales en fincas integrales.
En los campos del territorio tunero se les ve, de sol a sol, y brazo a brazo con los hombres, inmersas en proyectos de desarrollo local, en función de dirigentes de variados colectivos y como obreras directas a la producción, actuando de manera decisiva en el cumplimiento de los planes.
Las féminas que habitan en zonas rurales suman a las largas jornadas en el campo la realización de las actividades cotidianas del hogar, la educación de los hijos y su participación en actividades sociales, sin descuidar los rasgos distintivos de las cubanas.
Cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial de la Mujer Rural, una fecha que persigue el empoderamiento de las residentes en el campo, en busca de la igualdad entre ambos géneros y su participación en el desarrollo sostenible en cada comunidad.
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