Es la primera distinción que recibo en mi vida y no podía ser otra que la "23 de agosto". De pequeña andaba con mi mamá en los quehaceres de la Federación y se me fue metiendo el bichito de hablar de todo respecto a la FMC. Siempre me gustaron las actividades en el bloque y en la delegación, las federadas más veteranas me encargaban de preparar los llamados comunicados pioneriles para los festejos.
Al iniciar mi vida laboral, una de las fuentes que me correspondió fue la organización femenina, entonces aprendí con más detalles del quehacer de las mujeres: el trabajo de las brigadistas sanitarias, la labor de prevención, la superación cultural de las mujeres, cómo incorporar a las féminas a la produción, al Servicio Voluntario Femenino y tantos temas que en ocasiones había quien me confundía como trabajadora profesional de la FMC, lo cual nunca me molestó, al contrario.
Para qué hablar de lo que hice, esta distinción es un compromiso para hacer lo que falta. Gracias a Vilma por ser mi ejemplo y a mi mamá por enseñarme a quererla.
En la foto: A la izquierda, Eriselda la secretaria general del municipio de Jobabo, en el centro Raiza otra de las condecoradas y yo.
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