Por Maira Castro Lora
Las Tunas.- La Orden Lázaro Peña de Primer Grado recibida este año
representa uno de los motivos de orgullo para la educadora Bertha Luz
Rodríguez López, secretaria del Buró sindical y Jefa de cátedra de
Formación y Educación del Deporte, en la Escuela de Iniciación Deportiva
Carlos Miguel Leyva González, de la provincia de Las Tunas.
Desde hace 46 años dirige el movimiento obrero en su escuela con los
resultados que avalan otros reconocimientos como los 16 años de
Vanguardia Nacional y cuatro de Educadora Ejemplar, y por liderar en el
colectivo la batalla por el regreso de Los Cinco y los premios del Fórum
de ciencia y técnica en distintas categorías y eventos a los diferentes
niveles.
Esta profesora graduada en la asignatura de Biología transformó su
vocación hacia la medicina por la tiza y el borrador en las aulas, donde
es ejemplo de consagración e iniciará en el nuevo curso escolar el año
49 de trabajo, con 68 años de edad, y aspira en dos más cumplir su sueño
de convertirse en Heroína del Trabajo.
«Imagínese –expresa- que el amor tan grande por mi profesión lo
reafirma el llegar a un hospital o cualquier otro lugar y encontrar a
quienes fueron mis alumnos, y con aquel respeto que me dicen profesora,
todavía no he encontrado ninguno que me diga Bertha Luz, sino profe,
profe; ¡qué alegría y satisfacción para mi poder seguir enseñando a mis
niños, pero además formarlos integralmente!».
La proximidad del aniversario 56 de la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC) tiene para esta activa mujer la significación de cuánto ha podido
aportar desde el bloque 39 Celia Sánchez Manduley como su Secretaria
desde hace más de 40 años.
«Y a veces le digo a las compañeras –cuenta- que ya tiene que llegar
el relevo y me dicen qué va usted todavía tiene que mantenerse, y yo con
tremendo orgullo hago esa tarea y con amor y dedicación porque soy
mujer, federada».
«Era una niña cuando llegó la hora de formar parte de la Federación,
-aún no tenía 14 años- mi mamá siempre quería tenerme al lado suyo, yo
era la más chiquita pero tenía a mi hermana mayor y las dos ingresamos.
Yo era demasiado viva, así me decía Deisi Peña cuando empecé a
alfabetizar; a mi me tocó ser de esa forma, además así tan pequeña amaba
la Revolución y quería estar en las organizaciones de masas».
De aquella etapa fundacional relata: «Nunca se me olvida que mi mamá a
veces tenía que montarse en un camión para ir a recoger algodón porque
la Federación tenía que hacerlo y yo iba con ella, y hasta de noche me
iba a formar filas de caña porque había compañeras con tareas en la
limpia y la siembra, y eso lo hacíamos tanto por la FMC como por los Comités de Defensa de la Revolución».
«Íbamos a otros trabajos voluntarios y tareas de choque, y yo digo si
todavía existieran esas tareas qué maravilla porque siempre trato en el
lugar que estoy rescatarlo con limpieza, engalanando, tratando de
organizar para lograr lo que queremos, y cuando hay una federada mía en
el hospital, sobre todo joven, vemos al médico y como se admira le
explicamos que atendemos a todas las mujeres que se encuentran en estado
de gestación o enfermas».
«Nunca pasamos por alto -enfatiza Bertha- las fechas del ocho de
marzo, 23 de agosto, ni actos políticos en homenaje a la Heroína de la
Sierra Celia Sánchez Manduley por identificar su nombre a nuestro bloque, todo lo cual ayuda mucho a aglutinar a las federadas».
sábado, 27 de agosto de 2016
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