El 20 de octubre de 1868, Pedro Figueredo Cisneros (1819-1870) escribe la letra de nuestro Himno Nacional a petición de cientos de bayameses que lo vitoreaban a él y a las fuerzas insurrectas que acompañaban a Carlos Manuel de Céspedes en su entrada triunfal a la ciudad de Bayamo.
Eran por entonces seis cuartetas vibrantes y combativas, cantadas con la música escrita meses antes por el propio Perucho y estrenada en la iglesia de Bayamo como una “melodía religiosa” que no dejó de sorprender al gobernador de la villa.
El fragor de la guerra y el ardor de los cubanos redujeron por costumbre el himno a dos estrofas, que resumen el sentir de todos los cubanos y enaltecen el sentido patrio que permanece incólume en nuestro pueblo.
Al combate corred, bayameses
que la Patria os contempla orgullosa
no temáis una muerte gloriosa
que morir por la Patria, es vivir.
En cadena vivir es vivir
en afrenta y oprobio sumidos,
del clarín escuchad el sonido
a las armas, valientes, corred.
Treinta y un años han transcurrido desde aquella reunión del 22 de agosto de 1980, en el que se acuerda la creación de esta fiesta de la cubanía, mediante el Decreto No. 74, del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, firmado por Fidel Castro Ruz, Presidente del Consejo de Ministros, Armando Hart Dávalos, Ministro de Cultura y Osmany Cienfuegos Gorriarán, Secretario del Consejo de Ministros y de su Comité Ejecutivo.
Y hoy 20 de cotubre del 2011 acaba de clausurarse el VII Congreso de trabajadores de la cultura y fue ratificada como su Secretaria General a Nereida López Labrada, nada más y nada menos que una auténtica cubana y tunera.
jueves, 20 de octubre de 2011
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