Federación de Mujeres Cubanas

martes, 17 de junio de 2014

Vilma: toda una vida a la Revolución cubana


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vilma Lucila Espín Guillois, nuestra eterna Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas nació en Santiago de Cuba el 7 de abril de 1930. Sus padres José Espín y Margarita Guillois se distinguían por la solidez de sus valores éticos que orientaron la formación de sus seis hijos, les inculcaron el amor al estudio y a la lectura, a la superación cultural y a la afición por los deportes y la vida en contacto con la naturaleza.
Cursó sus estudios primarios en la Academia Pérez Peña y los secundarios en el Sagrado Corazón, escuelas de su ciudad natal graduándose de Bachiller en Ciencias, en 1948.
Su ingreso a la recién creada Universidad de Oriente marcó el inicio de una etapa decisiva en el afianzamiento y desarrollo de sus ideas políticas, que la distinguieron entre la más avanzada juventud combatiente de su época.
Integró la Federación Estudiantil Universitaria Oriental. Participaba en todas las manifestaciones de la Universidad por las calles de Santiago, portando, siempre delante, la bandera o el banderín que distinguía a su escuela de ingeniería. Vilma recibió influencias durante su vida de profesores exiliados españoles, llegados a Cuba después de la Guerra Civil.

Trayectoria revolucionaria

Desde joven asumió posiciones políticas revolucionarias, participando activamente en manifestaciones estudiantiles luego del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952. Fue desde entonces inseparable colaboradora del líder revolucionario oriental Frank País, militando en las organizaciones fundadas por él en la lucha contra la dictadura batistiana, hasta que formando parte de la entonces Acción Nacional Revolucionaria, sus integrantes se sumaron a las filas del Movimiento 26 de julio.
Insertada en los preparativos de la nueva etapa de lucha y luego de concluir un curso de postgrado en Estados Unidos, por orientaciones de la Dirección del Movimiento 26 de julio, hizo escala en México para entrevistarse con Fidel Castro y recibir sus instrucciones y mensajes para los combatientes que se hallaban en la clandestinidad en Cuba.

Guerra de Liberación

Bajo las órdenes directas de Frank participó en el alzamiento armado de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956, en apoyo a los expedicionarios del yate Granma, convirtiéndose su vivienda, después de esta acción relevante, en cuartel general del movimiento revolucionario en Santiago de Cuba.
En los momentos más difíciles de la guerrilla dirigida por Fidel Castro, en febrero de 1957 marchó al encuentro de esta en compañía de Frank País, Faustino Pérez y otros miembros del de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio para coordinar el apoyo desde el llano, y guiar al periodista del New York Times, Herbert Matthews a la presencia de Fidel. La publicación de la entrevista que el periodista hiciera al líder de la guerrilla echaría por tierra la propagada batistiana basada en la supuesta muerte de Fidel[2].
Por ser integrante de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de julio, poco antes de ser asesinado Frank País fue nombrada por él Coordinadora Provincial de la organización clandestina en la provincia Oriente, labor que desempeñó con particular capacidad y valentía hasta que, ante el acecho y la persecución constantes, se incorporó al Ejército Rebelde, en junio de 1958, convirtiéndose en guerrillera del Segundo Frente Oriental Frank País y eficaz coordinadora del movimiento clandestino de Oriente con el territorio del Frente.
Legendaria guerrillera del segundo frente “Frank País García”
Los contactos de Vilma Espín con la guerrilla se inician con la reunión de la Dirección Nacional en febrero de 1957, a la que fue llevada por Frank País, quién ya aquilataba las cualidades de revolucionaria que tenía la joven luchadora clandestina.
El 20 de julio de 1957, Vilma Espín, asciende a la dirección de la lucha como coordinadora provincial del MR-26-7, sobre ella recayó la gran responsabilidad del abastecimiento a los frentes guerrilleros existentes en esos momentos.
El 22 de junio Raúl Castro, jefe del segundo frente guerrillero Frank País García, dictó la orden No. 30 que determinó la captura de norteamericanos, conocida como operación antiaérea, ocasión en que Vilma sube como intérprete de las conversaciones del jefe guerrillero con el cónsul norteamericano, debido a sus conocimientos del idioma inglés .
Su desempeño le permitió ser protagonista de este hecho sin precedentes y sobre todo logró el entendimiento entre los participantes, a través de una comunicación eficiente, donde los cónsules pudieron conocer la envergadura de lo que estaba ocurriendo en la zona, con el apoyo de su gobierno.
Meritorio es destacar que este hecho también formó parte del viraje que a partir de ese momento tuvo la vida revolucionaria de Vilma, pues estando en este territorio se decidió su permanencia como guerrillera y Delegada del Movimiento 26 de Julio ante el Segundo Frente, atendiendo fundamentalmente la labor de abastecimiento. De esta manera pasó a formar parte de la máxima dirección de la lucha en el territorio.
Inició su vida guerrillera cuando comenzaban las transformaciones para la consolidación del frente guerrillero, el que llegó a constituirse en Estado Insurgente y en el cual permaneció por seis meses.
La toma de su querida ciudad requirió de importantes reuniones, estas se desarrollaron en La Rinconada, en el central América, en el Tamarindo, central Oriente y la que se coordinó en el santuario del Cobre que no se realizó por la traición del general Eulogio Cantillo. Luego se vio presente en el Escandel donde se pactó la rendición. Años más tarde al preguntársele sobre el Ejército Rebelde expresó:
“… fue una escuela, un inmenso laboratorio donde comenzaron las nuevas relaciones sociales y los principios de igualdad humana, de dignidad en que se funda nuestra Revolución. Se comenzó a constituir en las montañas lo que aspirábamos para todo el país”

Revolución en el poder

Al Triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959 encabezó la unificación de las organizaciones femeninas constituyendo la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) el 23 de agosto de 1960, a cuya organización, desde su máxima dirección, se consagró con singular empeño hasta el último minuto de su vida. Integró el Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965, condición en que fue ratificada en todos sus Congresos. En 1980, en ocasión del Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba, resultó elegida miembro suplente del Buró Político del mismo, y en el Tercero fue promovida a miembro efectivo de esa instancia de dirección, responsabilidad que desempeñó hasta 1991. Fue Diputada a la Asamblea Nacional desde su primera legislatura y miembro del Consejo de Estado desde su constitución.
Vilma presidió desde su creación la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, la Juventud y la igualdad de derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Por sus relevantes méritos recibió múltiples condecoraciones, títulos y órdenes nacionales e internacionales, entre las que se destaca el título honorífico de Heroína de la República de Cuba,  

Muerte

Murió el 18 de junio de 2007 en La Habana debido al agravamiento de una enfermedad que la aquejaba desde hacía algún tiempo. Sus restos descansan en el Mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País, lugar histórico situado en las estribaciones de la montaña de Mícara, inaugurado por el presidente cubano, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 11 de marzo de 1978, en ocasión de celebrarse el XX Aniversario de la creación del Segundo Frente, fundado y dirigido por el hoy General de Ejército y Ministro de las FAR, Raúl Castro Ruz, durante la lucha en la Sierra Maestra.

Condecoraciones

La incorporación y desempeño de Vilma Espín en las luchas estudiantiles, la lucha clandestina, el Ejército Rebelde, su apoyo incondicional al proceso revolucionario, la amplia labor desplegada por la igualdad de la mujer y los derechos de todos los hombres y mujeres a nivel nacional e internacional, la hicieron merecedora de importantes condecoraciones nacionales e internacionales.

Una de las colecciones que atesora hoy el Memorial Vilma Espín Guillois es la que contiene dichas condecoraciones, las mismas fueron transferidas por la Dirección Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas,  Orden "Ana Betancourt", Orden “Francisco de Miranda”

 

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